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HÄC
arquitectura

Observatorio

2023

Observatorio es un proyecto de Arte en espacio público realizado en conjunto por la artista Claudia Müller y HÄC Arquitectura. Fue el proyecto ganador del concurso público para instalar una obra de arte en el boulevard poniente del Aeropuerto Arturo Merino Benítez en la ciudad de Santiago.

Observatorio es una escultura de dinámicas naturales que invita al paseante a detenerse, observar y reflexionar sobre nuestro lugar en el universo y su evolución en el tiempo. 

Vista Norte.

Detalle de pavimento. En el circulo central se grafican los plasmas del sol y tiene inscrito Helio. La segunda orbita es la partícula del Helio.

La estructura se compone de una cúpula de acero inoxidable de 4.88m y 2.7m de altura (al punto más alto de la esfera). Esta pieza alberga un espacio interior que invita al visitante a sentarse, descansar, observar y reflexionar. Este lugar interior, propio de la escultura, además de aislar parcialmente el ruido exterior, otorga sombra durante todo el día. Los primeros cinco arcos se encuentran separados entre sí a modo de otorgar ventilación cruzada al interior de la esfera. En la cubierta de metal se encuentran tres perforaciones con lucarnas de bronce dispuestas en la sección superior de la cúpula. Dichas lucarnas están orientadas a los solsticios de invierno y verano (21 de junio y 21 de diciembre), y los equinoccios de primavera y otoño (21 de septiembre y 21 de marzo). Esta última lucarna corresponde a la apertura central de mayor diámetro en donde la luz es coincidente en ambos equinoccios. Todos los calces lumínicos están calculados a las 12.00 pm de cada fenómeno astronómico correspondiente. 

Vista poniente.

Vista desde lucarna orientada al solsticio de invierno.

Vista oriente.

A través de estas lucarnas los rayos de luz solar entran en la cúpula posándose sobre piedras extraídas de la cordillera de la zona central dispuestas sobre el suelo señalando con su calce los solsticios de invierno y verano. El suelo de la cúpula es de hormigón negro dando énfasis a un ambiente de conexión con fenómenos estelares. Aquí además de las dos piedras se dispone un círculo central de bronce, el cual hace relación a la partícula de helio. Este círculo se iluminará con un haz de luz durante los equinoccios, y acompañará a los solsticios en su calce. Durante cada solsticio se iluminará también con un haz de luz una de las dos piedras, dependiendo del invierno o verano. De esta forma el solsticio de invierno estará marcado por la huella solar sobre el círculo de bronce central y la piedra N°1, el solsticio de verano será marcado por la huella solar sobre el círculo bronce central y la piedra N°2. Los equinoccios de otoño y primavera serán marcados por la huella solar sobre el bronce central. De esta manera cuando el rayo de luz cae sobre su piedra específica en un calce perfecto, señala que nos encontramos en el solsticio de invierno, solsticio de verano o equinoccios de primavera y/o otoño. 

Planta calse solar equinoccio.

Elevación frontal. Haz de luz solar en equinoccio.

Corte en eje equinoccio. Haz de luz las 12hrs.

Planta calse solar solsticio de verano.

Elevación frontal. Haz de luz solar en solsticio de verano.

Corte en eje solsticio de verano. Haz de luz a las 12hrs.

Planta calse solar solsticio de invierno.

Elevación frontal. Haz de luz solar en solsticio de invierno.

Corte en eje solsticio de invierno. Haz de luz a las 12hrs.

Al observarlas las luces proyectadas por el sol, podemos relacionarnos con los movimientos de nuestro planeta dentro del sistema solar. Entre ambas piedras (que señalan los solsticios) hay una órbita de bronce con la forma de la partícula de helio; asimismo en el círculo central de bronce se grafican los plasmas del sol y tiene inscrita el elemento He. La composición del sol es 71% de hidrógeno, 27% de helio y 2% de otros metales más pesados. Con esto la idea de insistir en la obra como un observatorio solar dinámico e inmersivo, una especie de templo al sol para observar el movimiento de la luz solar y evidenciar sus fenómenos astronómicos.

Planta de arquitectura. Se grafican los ejes correspondientes a las orientaciones astronómicas de solsticios y equinoccios.

También se encuentra una inscripción en bronce que relata: “Corazones de fuego gas y polvo flotan danzan y orbitan sobre nuestras coronas”.

El aeropuerto es un lugar de tránsito y encuentro, pero también de exploración. Un símbolo de la búsqueda humana de alcanzar horizontes cada vez más lejanos. Chile es un país astronómico por condiciones únicas, reconocidas internacionalmente, que han dado lugar a proyectos de observación astral en los que Chile abre una ventana hacia el universo. Este universo que reconocemos como el siguiente horizonte a ser alcanzado, nos es lejano en el día a día, tanto como el lugar que ocupamos en él. Podemos observar la caída del sol cada día, pero poca conciencia tenemos respecto de las órbitas que rigen nuestra interacción con él y los cambios de éstas en el tiempo. La posibilidad de visibilizar esto deforma simple e interactiva abre un espacio dinámico y de interacción con la principal estrella de nuestro sistema, recordando de esta forma, que somos parte de un conjunto de planetas en órbita continua.

En la placa de la obra hay un código QR que se puede escanear para conocer más sobre la obra.

www.observatoriosolar.cl